martes, 8 de mayo de 2012

Cómo superar la ansiedad y los nervios en tu examen de admisión.



¿Cómo superar la ansiedad y los nervios en tu examen?
Cierta ansiedad antes del examen es normal. Incluso te ayudará a reaccionar y te estimulará positivamente.
La ansiedad extrema puede ser un indicador del miedo al fracaso, que aparece en aquellos casos en que no se han preparado bien los exámenes. La única solución es prepararlo con anticipación.
También hay casos en los que una gran ansiedad afecta a estudiantes que han preparado bien sus exámenes, sin que, en principio, exista una razón. La explicación más común suele estar asociada a la tensión anormal provocada por el propio examen que inciden en aspectos muy negativos: deficiente lectura de las preguntas, confusión en las respuestas, lapsus mentales, entre otros, que provocan un claro desaprovechamiento del esfuerzo realizado en la preparación del examen.
Para reducir al mínimo la ansiedad, no hagas un esfuerzo desmedido el día anterior al examen, menos aún la noche anterior a costa de horas de sueño.
Haz ejercicio físico en los días previos, te ayudará enormemente a relajarte. También la realización de alguna actividad social "moderada" puede contribuir a reducir sustancialmente la ansiedad.
Realiza tus repasos, revisa tus apuntes y descansa.
Consejos adicionales:
1. No ir con el estómago vacío al examen es aconsejable tomar un pequeño aperitivo a base de fruta o vegetales. No tomar alimentos con alto contenido en azúcar.
2. Intenta pensar en el examen como una recompensa y una liberación del esfuerzo que has concluido.
3. Practica técnicas de respiración y relajación antes del examen (la respiración puedes practicarla incluso durante el examen).
4. Sigue los “consejos” que te hemos recomendado mientras haces tú examen.
5. Si te quedas "en blanco" en una pregunta, salta a otra. Si te quedas totalmente en blanco, intenta escribir algo, lo que sea.... en tu mente está la respuesta y se puede abrir en cualquier momento con un pequeño estímulo. Siempre acude a tu sentido común y a tu lógica.


FUENTE:

Adolescentes que no saben estudiar.


¿Cómo, por qué y para qué es preciso intervenir en el estudio de nuestros hijos? Entérese. Esta nota puede resultarle el principio de una solución
Usted lo vio sentado frente al libro durante casi tres horas. Todavía no puede comprender como es posible que “Ie hayan puesto un dos”. Está desconcertada. Se siente impotente.
Quiere ayudarlo y no sabe cómo hacerlo. Lo intenta y se estremece: el texto de matemáticas se Ie ofrece como un indescifrable jeroglífico con signos y símbolos extraños; el de castellano hace alarde de complejas estructuras que, cuando usted hizo la secundaria eran desconocidas. Consecuentemente, su hijo desestima el aporte de su “polvorienta y vetusta sabiduría”.  ??Cada comienzo escolar supone múltiples expectativas que suelen enmarañarse en larguísimas e infructuosas polémicas, mantenidas en el afán de ayudar a ese jovencito, a ese hijo nuestro que nos desvela con sus negativas adolescentes, con su inestabilidad anímica y con su escaso rendimiento escolar.
A este respecto, es preciso comprender que la educación solo puede darse con el concurso coprotagónico del alumno, de los padres y de los docentes. Cada miembro, responsablemente, debe desempeñar su papel y aceptar un cambio de enfoque: ayer se pretendía formar eruditos; hoy queremos chicos capaces de resolver situaciones, y de manejar herramientas propias para acceder a la cultura.
Resulta esencial continuó que el alumno comprenda el lugar importante que ocupa el estudio en su mundo joven.??¿Qué hacer para que un adolescente tome conciencia de esto?
Es difícil pero no imposible: a través del diálogo —la vía más fecunda los chicos lo van comprendiendo paulatinamente.
Un drama para los padres. Muchas veces, los padres son coprotagonistas, sí, pero de un drama y no de un simple hecho educativo.
El hi]o “va mal en el colegio” y ellos “no son capaces de ayudarlo”, porque han olvidado las materias o porque no han cursado el secundario. Esas limitaciones los angustian, aunque el hecho de reconocerlas implica un paso adelante para una solución.
La falta de preparación si se nos permite la frase puede suplirse con otros valiosísimos aportes: estar informados de la política educacional del colegio de los hijos y compartirla; conocer la metodología que se aplica y aceptarla; concurrir periódicamente a la escuela y comunicarse con los docentes comentando los propios impedimentos y los de los hijos. ??En ocasiones, recurrir a un profesor particular puede ser una salida, pero se corre el riesgo de que ese docente se mueva con pautas distintas de las que tiene el colegio. Además, para el alumno es cómodo decir “en clase no atiendo porque total, después me lo explican”.
Lógicamente, a veces resulta fundamental reforzar algunos temas cuando se han perdido días de asistencia. Pero de ningún modo el profesor particular debe ser “un vicio” o la solución fácil.
Por otra parte, la actualización intelectual de los padres se da, natural y espontáneamente, si se comparten las lecciones con los hijos: tomándoselas, preparando un examen junto a ellos, aprendiendo con ellos.
Siempre hay un ratito libre para enriquecer la opinión que se tiene de los hijos… y para descubrir por qué no quieren, no pueden o no saben estudiar.
Aprender a aprender. Es cierto. Una gran parte de los estudiantes secundarios fracasa porque no sabe estudiar. Porque no sabe dirigir su propio estudio.
¿Qué es el Estudio Dirigido? Simplemente y a grandes rasgos se trata de un conjunto de técnicas de estudio articuladas en guías de trabajo, provistas por el docente. Luego, el alumno aprende a elaborar sus propias guías.
¿Cómo se instrumenta este estudio?? Primero, se instruye al chico para que descubra sus buenos y malos hábitos de estudio. Con la ayuda docente y paterna logra autoevaluarse. Lo importante es que acepte sus “vicios” y esté convencido de que los vencerá.
 “Malos hábitos de estudio” es, por ejemplo, no leer comprensivamente todo el tema antes de pretender fijarlo, sin prestar atención a títulos, subtítulos y distintas tipografías, que son una buena referencia sobre las ideas principales.
¿Qué técnicas deben aplicarse al  estudiar? Se debe empezar por una lectura comprensiva y no meramente mecánica— del tema; subrayar las ideas principales, distinguiéndolas de las secundarias; hacer un resumen escrito, y luego oral, de los puntos destacados; realizar una síntesis, gráficos, cuadros sinópticos, de elaboración personal; formular cuestionarios cuyas respuestas sean las ideas principales subrayadas al comienzo.
¿La utilización del grabador es un recurso eficaz?? Es preferible que los alumnos tomen sus propios apuntes. Pero si cada uno grabara sus lecciones y se escuchara decirlas, corregiría sin duda su vocabulario.??¿Es conveniente estudiar en grupo? Sí, pero para que un chico pueda agruparse, debe saber estudiar solo: si es capaz de hacerlo individualmente, su aporte será de valor para et grupo. Además, es una experiencia socializadora si el conjunto está bien estructurado. Y es aquí donde el docente ha de poner mano.?
¿Qué papel juega la memoria? Memorizar el resultado de un razonamiento, utilizar la memoria para fijar una lección después de trabajarla con las distintas técnicas mencionadas es fundamental. También es imprescindible para la recitación de poesías y el estudio de fechas y nombres; pero de ninguna manera es válido “estudiar de memoria”.
¿EI alumno elige determinadas técnicas, o es necesario que las aplique todas? Las técnicas son opciones sujetas a la elección personal del alumno, no suponen una receta o una ley; hay flexibilidad.
Desde luego que algunas son imprescindibles, como la lectura comprensiva.
¿Esa flexibilidad lleva a aceptar chicos que estudian escuchando la radio, o con el televisor prendido, o a la noche? Cada chico es una unidad con una historia personal y una familia peculiar. Se dice que no es conveniente estudiar en horas avanzadas, pero muchas veces el movimiento de la casa obliga al adolescente a estudiar por la noche hasta la madrugada.
El televisor o la radio encendidos no afectan en tanto el alumno los ignore y se concentre en lo suyo.
¿Cómo, por qué y para qué es preciso intervenir en el estudio de nuestros hijos? Entérese. Esta nota puede resultarle el principio de una solución
Usted lo vio sentado frente al libro durante casi tres horas. Todavía no puede comprender como es posible que “Ie hayan puesto un dos”. Está desconcertada. Se siente impotente.
Quiere ayudarlo y no sabe cómo hacerlo. Lo intenta y se estremece: el texto de matemáticas se Ie ofrece como un indescifrable jeroglífico con signos y símbolos extraños; el de castellano hace alarde de complejas estructuras que, cuando usted hizo la secundaria eran desconocidas. Consecuentemente, su hijo desestima el aporte de su “polvorienta y vetusta sabiduría”.  ??Cada comienzo escolar supone múltiples expectativas que suelen enmarañarse en larguísimas e infructuosas polémicas, mantenidas en el afán de ayudar a ese jovencito, a ese hijo nuestro que nos desvela con sus negativas adolescentes, con su inestabilidad anímica y con su escaso rendimiento escolar.
A este respecto, es preciso comprender que la educación solo puede darse con el concurso coprotagónico del alumno, de los padres y de los docentes. Cada miembro, responsablemente, debe desempeñar su papel y aceptar un cambio de enfoque: ayer se pretendía formar eruditos; hoy queremos chicos capaces de resolver situaciones, y de manejar herramientas propias para acceder a la cultura.
Resulta esencial continuó que el alumno comprenda el lugar importante que ocupa el estudio en su mundo joven.?? ¿Qué hacer para que un adolescente tome conciencia de esto?
Es difícil pero no imposible: a través del diálogo —la vía más fecunda los chicos lo van comprendiendo paulatinamente.
Un drama para los padres. Muchas veces, los padres son coprotagonistas, sí, pero de un drama y no de un simple hecho educativo.
El hi]o “va mal en el colegio” y ellos “no son capaces de ayudarlo”, porque han olvidado las materias o porque no han cursado el secundario. Esas limitaciones los angustian, aunque el hecho de reconocerlas implica un paso adelante para una solución.
La falta de preparación si se nos permite la frase puede suplirse con otros valiosísimos aportes: estar informados de la política educacional del colegio de los hijos y compartirla; conocer la metodología que se aplica y aceptarla; concurrir periódicamente a la escuela y comunicarse con los docentes comentando los propios impedimentos y los de los hijos. ??En ocasiones, recurrir a un profesor particular puede ser una salida, pero se corre el riesgo de que ese docente se mueva con pautas distintas de las que tiene el colegio. Además, para el alumno es cómodo decir “en clase no atiendo porque total, después me lo explican”.
Lógicamente, a veces resulta fundamental reforzar algunos temas cuando se han perdido días de asistencia. Pero de ningún modo el profesor particular debe ser “un vicio” o la solución fácil.
Por otra parte, la actualización intelectual de los padres se da, natural y espontáneamente, si se comparten las lecciones con los hijos: tomándoselas, preparando un examen junto a ellos, aprendiendo con ellos.
Siempre hay un ratito libre para enriquecer la opinión que se tiene de los hijos… y para descubrir por qué no quieren, no pueden o no saben estudiar.
Aprender a aprender
Es cierto. Una gran parte de los estudiantes secundarios fracasa porque no sabe estudiar. Porque no sabe dirigir su propio estudio.
¿Qué es el Estudio Dirigido? Simplemente y a grandes rasgos se trata de un conjunto de técnicas de estudio articuladas en guías de trabajo, provistas por el docente. Luego, el alumno aprende a elaborar sus propias guías.
¿Cómo se instrumenta este estudio?? Primero, se instruye al chico para que descubra sus buenos y malos hábitos de estudio. Con la ayuda docente y paterna logra autoevaluarse. Lo importante es que acepte sus “vicios” y esté convencido de que los vencerá.
 “Malos hábitos de estudio” es, por ejemplo, no leer comprensivamente todo el tema antes de pretender fijarlo, sin prestar atención a títulos, subtítulos y distintas tipografías, que son una buena referencia sobre las ideas principales.
¿Qué técnicas deben aplicarse al  estudiar? Se debe empezar por una lectura comprensiva y no meramente mecánica— del tema; subrayar las ideas principales, distinguiéndolas de las secundarias; hacer un resumen escrito, y luego oral, de los puntos destacados; realizar una síntesis, gráficos, cuadros sinópticos, de elaboración personal; formular cuestionarios cuyas respuestas sean las ideas principales subrayadas al comienzo.
¿La utilización del grabador es un recurso eficaz?? Es preferible que los alumnos tomen sus propios apuntes. Pero si cada uno grabara sus lecciones y se escuchara decirlas, corregiría sin duda su vocabulario.??¿Es conveniente estudiar en grupo? Sí, pero para que un chico pueda agruparse, debe saber estudiar solo: si es capaz de hacerlo individualmente, su aporte será de valor para et grupo. Además, es una experiencia socializadora si el conjunto está bien estructurado. Y es aquí donde el docente ha de poner mano.?
¿Qué papel juega la memoria? Memorizar el resultado de un razonamiento, utilizar la memoria para fijar una lección después de trabajarla con las distintas técnicas mencionadas es fundamental. También es imprescindible para la recitación de poesías y el estudio de fechas y nombres; pero de ninguna manera es válido “estudiar de memoria”.
¿EI alumno elige determinadas técnicas, o es necesario que las aplique todas? Las técnicas son opciones sujetas a la elección personal del alumno, no suponen una receta o una ley; hay flexibilidad.
Desde luego que algunas son imprescindibles, como la lectura comprensiva.
¿Esa flexibilidad lleva a aceptar chicos que estudian escuchando la radio, o con el televisor prendido, o a la noche? Cada chico es una unidad con una historia personal y una familia peculiar. Se dice que no es conveniente estudiar en horas avanzadas, pero muchas veces el movimiento de la casa obliga al adolescente a estudiar por la noche hasta la madrugada.
El televisor o la radio encendidos no afectan en tanto el alumno los ignore y se concentre en lo suyo.

FUENTE:

Consejos para presentar un examen de admisión.


Consejos mientras haces tu examen
1. Preséntate con puntualidad a todas las sesiones. Procura visitar o ubicar con anticipación el lugar donde se llevará a cabo el examen identifica las vías de acceso y los medios de transporte que garanticen tu llegada a tiempo.
2. Porta un reloj.
3. Usa ropa cómoda.
4. Asegúrate de llevar el comprobante-credencial que te fue entregado en el momento del registro.
5. Preséntate con puntualidad a todas las sesiones llega por lo menos 30 minutos antes de iniciar el examen, con lo cual evitarás presiones y tensiones innecesarias.
6. Lleva dos o tres lápices del número 2 ½, una goma de borrar y un sacapuntas de bolsillo.
7. Escucha con atención las indicaciones del aplicador(a); él te proporcionará información sobre el inicio y la terminación del examen, así como otras instrucciones importantes. La misión principal del aplicador(a) consiste en conducir las sesiones de examen y orientar a los(as) aspirantes. Por favor, aclara con el/la aplicador(a) cualquier duda sobre el procedimiento del examen.
8. Se te entregará un cuadernillo de preguntas y una hoja de respuestas. En cada material deberás anotar tus datos en los espacios destinados para ello, con el fin de identificar debidamente los materiales: número de folio, nombre y número de examen (este dato se te proporcionará el día del examen).
9. Asegúrate de que los datos anotados sean correctos; cualquier equivocación en ellos puede ocasionar errores en el resultado.
10. Lee detenidamente el examen.
  • Fíjate en
    • Las instrucciones dadas (tiempo, posibilidades, elección de preguntas, significado, etc.)
    • Considera el examen como un todo antes de empezar.
11. Distribuye el tiempo. Divide el tiempo del examen entre el número de preguntas, de tal forma que dediques el tiempo adecuado a cada una.
12. Elige primero las preguntas que estás seguro puedes hacer bien y decide el orden en el que vas a contestarlas.
13. Lee cuidadosamente cada pregunta. Antes de empezar a escribir la respuesta, asegúrate de haber leído completamente y comprendido bien la pregunta. Si tienes un lapsus o te quedas en blanco, pasa a otra pregunta.
14. Expresa tus ideas con claridad y coherencia. Para ello, primero dibuja un esquema de lo que vas a responder en cada pregunta.
15. Evita alargarte en las respuestas fáciles y de las que sabes mucho, en detrimento de las importantes. Las respuestas largas deben ser siempre claras y referidas a la pregunta.
16. Escribe algunas notas en preguntas para las que no tengas tiempo. Procura no dejar nada en blanco.
17. Escribe rápido con buena letra, con orden y limpieza.
18. Lee con atención las respuestas de tu examen antes de entregarlo. Presta atención a la puntuación y a la ortografía.
19. Al término de la sesión, los(as) aplicadores(as) darán las instrucciones para la recuperación del material y para salir de manera ordenada.

Fuente 
http://www.decidetucarrera.ses.sep.gob.mx/index.php/preparate-para-tu-examen/97-durante-examen.html